Primer post escrito enteramente desde Buenos Aires, no terminamos de caer, que ésta tarde no hace falta buscar un buen lugar de acampe, ni que tenemos que rastrear wifi para ver si alguien de Warmshower nos aceptó para dormir bajo techo con comidas e historias de por medio, e incluso, cada tanto, se me da por ver las aplicaciones del teléfono que tanto usaba mientras viajábamos, la del clima y la que cuenta los kilómetros pedaleados. Pero acá estamos, cambiamos los cinco grados bajo cero en la bolsa de dormir por el verano bonaerense. Por respeto al que haya leído nuestros posts, pero sobre todo por nosotros mismos, vamos a contarles los últimos capítulos de lo que fue éste, nuestro primer viaje “largo”, con la misma pasión con la que viajamos y pedaleamos esos meses más intensos y llenos de vida de nuestra existencia.