Un Primer Mundo rebelde y ecologista – Suecia y llegada a Dinamarca

                    Lo cierto es que antes de llegar a Suecia estuvimos en Noruega… unas dos horas en el aeropuerto. Lo que nos alcanzó para ver los precios de los que tanto nos hablaban. Es una cinco o seis veces más caro que Austria y por lo tanto, unas diez o quince veces más caro que Sudamérica. Si le sumamos que enviamos más de 40 solicitudes de couchsurfing en el país vikingo y todos muy educadamente nos dijeron NOT, deben imaginarse que no estaba dentro de nuestro presupuesto pasar más de esas dos o tres horas aeropuertuarias en Oslo. Así que hicimos «patito» (en Argentina le decimos así a algo que rebota) y partimos para Gotemburgo, Suecia, donde nos esperaba Jonas «el vegano», o como le diremos de aquí en adelante con mucho cariño y respeto: Lechuguin. Antes de seguir, tenemos que reconocer que nos quedó una espina, una cuenta pendiente con Noruega, el viaje de alrededor 300 kilómetros hasta Gotemburgo nos permitió ver paisajes hermosos, montañas nevadas, bosques tupidos, lagos de cuento adornados con pequeños pueblitos que parecían tener un contrato de «mantener la armonía del lugar». Volveremos a Noruega y toda esta región en algún momento de nuestras vidas, es una promesa para inaugurar este «.com» o paginita de interné!

Nosotros disfrutando del domingo

Nosotros disfrutando del domingo

                    Si pudiste leer el post de Austria sabes que el «primer mundo» nos generó amores y odios, admiración por lo bonito de sus ciudades y lo ordenado de TODO junto a la sensación de estar dentro de un ciudad Playmobil (son como los Lego y si alguien no sabe que son los Lego, bueno, no sé, googleenlo y vean su infancia un poco más gris de lo que fue jaja), donde todo es controlado y la gente es tan pero tan amable y educada que nos daba ganas de tomarles el pulso para ver si respiraban. Con esa única y escueta experiencia llegamos a nuestro segundo país primer mundista: Suecia, y nos encontramos con algo totalmente distinto.

La gente descansando y disfrutando del aire libre

La gente descansando y disfrutando del aire libre

                  Lechuguin nos había dado indicaciones de como llegar a su casa junto al bosque y llegar fue bastante sencillo gracias al transporte público que a la noche nadie paga, y obviamente, no quisimos ir contra la corriente de los locales. Si bien era sábado nos sorprendió ver tanta juventud en las calles, y sobre todo, mucho mucho joven perteneciente a «tribu social»: darky, hippie, punk, alternativo, hipster, etc. En su gran mayoría se encasillaban detrás de un prototipo social, lo que si bien sabemos todos que eso pertenece a una etapa de la vida, es una muestra de que los adolescentes presentan un pensamiento crítico hacia el sistema, a diferencia de lo que vimos en Austria. Idea que confirmaríamos luego con nuestro anfitrión y recorriendo la ciudad.

Seba en la entrada del parque Trädgårdsföreningen (impronunciable)

Seba en la entrada del parque Trädgårdsföreningen (impronunciable)

Flor con el canal de fondo

Flor con el canal de fondo

           Jonas nos recibió muy amablemente, muy atento y sobre todo, nos dio libertad: llave en mano y «vayan y vengan cuando quieran». Como dijimos antes, él es vegano, una decisión con la cual se siente muy orgulloso. Charlamos largo y tendido al respecto, nos confesó que sus comienzos como vegetariano fueron por una chica que le gustaba, cuando tenía 16, y que con el pasar del tiempo entendió verdaderamente lo que hacía y porqué lo hacía. «Ahora puedo argumentar sobre porqué soy vegano, antes no». Resulta que en Suecia el movimiento «verde», el vegetarianismo y veganismo están en crecimiento constante, al igual que los productos «ekologiska» (al igual que los «økologisk» en Dinamarca, que significa ecológicos en español). Tenemos que dar fe que en nuestro viaje nos hemos encontrado con muchos que no se alimentan de carnes pero Jonas era el primer vegano. ¿La diferencia? El vegetariano no come carne (ninguna) mientras que el vegano no come productos que provengan del trabajo de un animal, ni un quesito gruyere agujereadito. Nada hecho con leche de vaca. No pude contenerme para preguntarle cual era su postura con respecto a la producción de soja (uno de los principales yuyos vegano-friendly) que destruye campos, contamina ríos y envenena familias enteras en los países tercermundistas (ejeeem), pero con muy buen tino me dijo que es una lucha que se está dando y que espera que el movimiento verde gane contra las empresas que todos conocemos. Ok Lechuguin, te ganaste mi respeto si sos participante activo en esa lucha. Fuera de chiste, fue un gran aprendizaje para mí comprender el cómo y el porqué de la «militancia» verde es tan importante para esta gente, que quizás sin los problemas económicos y políticos de otros países, apuntan sus cañones a la protección del medio ambiente. Aunqueeeeeeeee, un asadito no se le niega a nadie jaja ¡perdón!

Nosotros estábamos con campera, pero ahí la gente se metía al agua y tomaba sol

Nosotros estábamos con campera, pero ahí la gente se metía al agua y tomaba sol

                     Gotemburgo es la segunda ciudad en importancia en Suecia y tiene uno de los puertos más importantes de Europa, y el más activo de Escandinavia, dado que no se congelan las aguas en invierno (aunque las temperaturas lleguen a 10 bajo cero), según nos contó Lechuguin que trabaja en transporte, en el mismísimo puerto. Él nació en una pequeña ciudad más al norte, Umeá, donde los inviernos tienen temperaturas de 25 y 30 grados bajo cero todos los días, así que Gotemburgo le parece caluroso. La ciudad tiene además una importante Universidad, una muy buena vida cultural con muchos museos y está llena de parques donde todos, jóvenes y no tan jóvenes, a la salida de las clases o el trabajo, van a pasar algunas horas junto a los canales que atraviesan casi toda la city, un rato de aire libre y verde. Dio la casualidad de que estuvimos en la «semana por el orgullo LGBT (siglas que representan al colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales)«, por lo que todos los edificios tanto públicos como privados que tuvieran una bandera flameando en la vía pública deberían cambiarla por la del orgullo gay. Jonas nos contó que la gran mayoría de la gente acepta de muy buena manera a los hombres y mujeres homosexuales, incluyendo a los ancianos, y que ese tipo de medidas son para alcanzar el 100% de aceptación.

Seba contemplando el puerto

Seba contemplando el puerto

                      La segunda noche, antes de irnos, Lechuguin y su novia nos hicieron una cena bien cargada para que aguantemos el viaje. Aunque estaba todo dentro de su cultura vegana tenemos que reconocer que se las arreglan bárbaro, con unas albóndigas de una carne hecha a base de vegetales, ensalada, choclo y ¡mucho picante! jaja Transpiré como nunca, peor que la comida mexicana. Después de una noche con pocas horas de sueño finalmente llegamos a nuestra panacea en el viaje, a nuestra «Argentina» en Europa, llegamos a donde íbamos a permanecer sin movernos durante unos meses, a Copenhague, capital de Dinamarca. Teníamos alquilada una pequeña habitación que habíamos visto por Internet y allí nos dirigimos directamente. Las ganas de parar y de hacer eje ya se hacían notar, sobre todo, porque los últimos días no nos venían saliendo las cosas de la mejor manera.

Valbyparken. A pasitos de donde vivimos por un mes. Lujo!

Valbyparken. A pasitos de donde vivimos por un mes. Lujo!

                         Tenemos que decir que tuvimos suerte con el alquiler de la habitación, teníamos privacidad y estaba en el jardín de una casa en el medio de un barrio bastante particular pagando un precio que, si bien en el momento nos pareció caro, después nos dimos cuenta que era el más barato de todo Copenhague, sin exagerar. En los alrededores de la capital existen varios barrios donde la gente construyó su casa donde antes habían parques, verdes y grandes (muy grandes), por lo tanto las casas en general están hechas de madera y con una relación con la naturaleza de mutuo respeto. Dentro de estos barrios no existen calles para autos, hay pequeños pasillos donde los vecinos caminan o van en bicicleta, y se puede ver perros o gatos dando vueltas a toda hora del día (o como nos pasó a nosotros, ver un puerco-espín entre las plantas (antes escribí cuerpo-espín, se hubiesen muerto de la risa si lo subía así)). En algún próximo post vamos a hablar mas detenidamente de estos barrios que realmente nos impactaron, se acercan mucho a lo que podría ser un barrio perfecto si de utopías hablamos. Entonces, teniendo seguro nuestra vivienda en los siguientes treinta días nos dedicamos primero a visitar la ciudad, segundo a empezar a conocer Christiania y tercero (y más aburrido), buscar trabajo.

El barrio en el que viviamos. Se pueden apreciar los pasillos y las casas de madera

El barrio en el que viviamos. Se pueden apreciar los pasillos y las casas de madera

                    ¿Por qué conocer Christiania? Bueno, eso que tiene un nombre que suena a algo religioso, es ni más ni menos, que un barrio hippie autoproclamado independiente de Dinamarca, desde 1971, y así mismo de la Unión Europea desde siempre. Esta comunidad es lo que nos permitió realizar nuestro preciado viaje. ¿Como? Mediante el Instituto Gino Germani de la U.B.A nos hacen la tutoría de una Investigación Social, porque como Flor es estudiante de Ciencias Políticas y yo de Ciencias Sociales, este tema nos sirve de tesis y nos abre puertas para poder desarrollarlo profesionalmente en el futuro. ¿Para que estudiar un pueblito hippie metido en una ciudad capital? Porque entendemos que el mundo en el camino que va, con acumulación de gente en pocos metros cuadrados, destrucción del medio ambiente y alienación como sistema de desarrollo no es viable para el futuro, para nuestro nietitos y nietitas (que tiernos, ¿no?). Por lo tanto, nos parece interesante y útil investigar acerca de los distintos tipos de comunidades alternativas como forma de vida, y en este caso Christiania, fue fundada bajo los lemas de no violencia, respeto hacia la naturaleza, autosustentabilidad, prioridad educativa y libertad individual siempre con el compromiso comunal. Todo muy lindo pero ¿como lo llevan a cabo? ¿Por que seguís haciéndote preguntas en tu propio texto para respondertelas como un nabo a cuerda? ¡Misterios!, mi querido lector/a, que mi cerebro nunca me develará. Y con respecto a como lo hicieron, es lo que venimos a investigar.

La entrada a Christiania. Cuando salís, en el reverso de ese cartel se lee "Now you are entering to UE". Porque Christiania no se considera parte de Dinamarca ni de la Unión Europea.

La entrada a Christiania. Cuando salís, en el reverso de ese cartel se lee «Now you are entering to UE». Porque Christiania no se considera parte de Dinamarca ni de la Unión Europea.

                     Con respecto a la capital danesa y nuestro primer «vistazo» es que es una ciudad completamente ordenada, plagada de extranjeros y con poco atractivo turístico donde, justamente, lo más llamativo es ver como todo funciona. El segundo atractivo paradójicamente es Christiania (de esto también vamos a hablar en el post futuro sobre los barrios copenhaguenses (?)) junto con la estatua de La Sirenita. Es realmente impresionante ver como todos van de acá para allá en bicicleta. Nos contaron que es más rápido ir en bicicleta que en auto, además de que existe una desincentivación por parte del Estado de utilizar automóviles (impuestos altísimos, cuota para obtener el registro de 200 euros, etc), dándole mayor espacio a las bicisendas que a la calle «normal» de vehículos y prioridad de paso, siempre. No querés ser danés con auto y atropellar a un ciclista, te lo aseguro.

Valbyparken. Probando las bicis prestadas... no queres ser extrajenro y chocar a un danes :P

Valbyparken. Probando las bicis prestadas. No queres ser extranjero y pisar un danés

Algunos datos de «la vida en Dinamarca»:

– La educación es pública, y no sólo eso, si sos estudiante recibís una pensión MENSUAL de 670 Euros hasta que cumplas 28 (si seguís estudiando después de esa edad, generalmente no te pagan aunque existen excepciones, pero sigue siendo gratis la cursada). El Estado no controla ni le interesa en que usan ese dinero los estudiantes por lo que muchos siguen viviendo con sus padres y lo ahorran, para luego comprarse su vivienda.

– La salud también es pública. No es necesario pagar obra social.

– La brecha de salarios es una de las más cortas de todo el mundo. Un jefe no puede cobrar por encima del 250% del salario del empleado más bajo. Y no, nadie se queja, les parece que está bien porque de esa manera se reparte el dinero y todos pueden salir adelante. Posta, me lo dijeron en la cara.

– El idioma es un quilombo madre patria. Me voy a ir de acá sin saber decir una oración. Hasta el croata me resultó más entendible.

– Todo cierra a las seis, salvo los mercados. Todos van a pasear (boludear) después de esa hora. Es genial porque uno no distingue el turista del danés local, ya que tienen el día libre desde ese momento hasta las 21 o 22 hs, que anochece. Aunque sí, la diferencia es que los daneses donde sea que vayan, se llevan su pack de 6 latitas de cerveza por persona.

– No hay cerveza de litro (en casi todo Europa en realidad). Todo es latitas o botellitas, y cada envase te lo cobran separado en el supermercado. Desincentivación le dicen.

– Tuvimos días de verano en que la noche no fue realmente oscura. Durante una semana anocheció a las 23 horas y el cielo permaneció en un constante amanecer durante toda la velada (salí a las 3 de la mañana para comprobarlo jaja).

– Les encanta el fútbol e hincharon por Alemania LPQLP.

– Es el país con más hispano hablantes de todos los que estuvimos. Alrededor de uno de cada diez habla español. Y como ya dije, no sé si es por estar en la capital o qué, pero está repleto de extranjeros. A veces perdemos noción de la «costumbre local», porque se confunde.

Valbyparken... ¿no les dije que era un lujo?

Valbyparken… ¿no les dije que era un lujo?

Esto es todo amigos. El próximo post vamos a hablar particularmente de la Visa Working Holiday, todos los datos útiles y nuestra experiencia.

Gracias por leernos 😀

4 pensamientos en “Un Primer Mundo rebelde y ecologista – Suecia y llegada a Dinamarca

  1. Pingback: Viviendo con daneses y la Visa Working Holiday Dinamarca – Copenhague | Viajando de Sur a Sur

  2. Amé esos argentinazos que les tiraron al texto, junto con una mirada critica, autocritica y social-política con la que fue escrito. Me voy a CPH en octubre y estoy mirando todo blog que encuentre, mas que nada sabiendo que el mes en el q me voy no es el mas fácil para… para todo! Me dan ánimo, gracias!

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